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domingo, 12 de febrero de 2012

No te dejes timar por tu mecánico

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Se enciende una luz roja en el salpicadero y te empiezan a entrar sudores fríos y sensación de mareo. No sabes qué hacer porque no tienes un taller de confianza, ya que siempre que entras por la puerta de uno de estos negocios te da la sensación de que te van a sacar el dinero sin escrúpulos.

No te preocupes, la fobia a los talleres de reparación de automóvil es un mal más común de lo que pudiera parecer. Y es que estos lugares suelen ser ambientes intimidatorios, en los que todo el mundo habla un idioma que parece extranjero y es fácil sentirse perdido y desorientado.

Para cuando no sepas si has dado con un taller profesional y de vanguardia o con la guarida de los cuarenta ladrones del cuento de Alí Babá, aquí te dejamos unos cuantos consejos que te permitirán salir airoso del trance:

1. Pregunta: El boca a boca funciona muy bien en el negocio de la reparación, así que una buena recomendación es, casi siempre, garantía de que vamos por buen camino. Eso sí, asegúrate de que el que te lo recomienda ha reparado allí su coche de verdad y no es un amiguete del dueño que lleva a reparar su automóvil a otro taller.

2. Abanderamiento: Si el taller es miembro de alguna red puntera, ya sea una franquicia de talleres o un abanderamiento promovido por un fabricante de componentes (Bosch, Delphi, etc.) es indicio de que cumple unos requisitos y estándares mínimos de calidad en la reparación y en el servicio al cliente.

3. Garantía: Si tu coche todavía está en garantía, debes llevarlo a un servicio oficial para que te lo reparen. Si la intervención no está cubierta, siempre estás a tiempo de acudir a otro taller.

4. Pide un presupuesto: Esta es una buena alternativa para asegurarte de que la factura final no se va a disparar, aunque debes tener en cuenta que si el taller te realizar un presupuesto te podrá cobrar los trabajos (horas de mano de obra) que haya tenido que invertir para la realización de dicho presupuesto.

5. Habla con seguridad: Para garantizar que la reparación sea rápida y eficaz, cuanta más información ofrezcas a los mecánicos, mucho mejor. Describe cualquier cosa anormal que notaras antes o después de la avería y señala dónde crees que puede estar el problema. De esta manera, localizarán la avería más rápido y se les quitarán las ganas de darte “gato por liebre”.

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