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lunes, 21 de mayo de 2012

Una funda de 510 euros para el iPhone

Gastarse un dineral en un flamante iPhone nuevo y que a los dos días se nos caiga del bolsillo y su pantalla —que supuestamente aguanta golpes- se raje es  todo un drama. Lo es porque si ocurre, estamos totalmente desprotegidos. Los seguros que ofrecen las operadoras no suelen cubrir estos desperfectos.  ¿La garantía de Apple? Es un farragoso  galimatías jurídico que se puede resumir en una sola frase: si se te rompe, te aguantas. La única manera de evitar esta situación es la prevención y plantarle una funda al iPhone.

Así que la mayoría cubrimos nuestro preciado cacharro con una de esas antiestéticas fundas de plástico que cuestan 10 euros y que, además de servir para romper por completo la cuidada estética del aparato Made in California, lo protege de posibles desgracias. Pero aún así, muchas de estas protecciones son incapaces de cumplir su cometido y fracasan ante el menor percance. Esto es así porque la ley de Murphy aplicada a las nuevas tecnologías hace que el teléfono siempre golpee el suelo por el lado de la pantalla y no por el que está protegido. El vidrio, por muy reforzado y maravilloso que sea, se resquebraja y provoca un gran disgusto al dueño.




Sin embargo, todo esto ya es cosa del pasado gracias a la marca  japonesa Madurai, que ha inventado una funda para iPhone que según aseguran, es capaz de aguantar balazos del calibre 50 sin que el iPhone se rasguñe.  El invento cuesta la friolera de 650 dólares (unos 510 euros), y el paquete incluye un proyectil hueco por si el comprador quiere hacer la prueba de resistencia. Un pelín exagerado todo, ¿verdad?

El invento de Madurai tiene varias pegas. La primera, es que la funda es ultra cara, ya que cuesta lo mismo que el propio teléfono. La segunda, es que el uso del iPhone con esta pedazo de carcasa se complica mucho, ya que se trata de una especie de caja fuerte de bolsillo en la que guardar el teléfono. Cada vez que queramos contestar una llamada, casi tendremos que sujetar el mamotreto con las dos manos. Cuando queramos hacer una foto, tendremos que asumir que las imágenes que tomemos siempre se verán al final de una especie de túnel, efecto que se debe al exagerado grosor de la protección.

Quién quiera tener una funda en condiciones, puede probar las de G-Form, que aunque tampoco son baratas (cuestan entre 35 y 60 euros, dependiendo del modelo) protegen el aparato y a la vez permiten su uso. Además, una de ellas fue capaz de proteger al 'hermano mayor' del iPhone -un iPad- de una caída libre desde el espacio.

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